Washington, 21 de junio de 2025. El gobierno de Estados Unidos confirmó este viernes por la noche una serie de bombardeos sobre tres instalaciones nucleares en territorio iraní. Según el Departamento de Defensa, los ataques fueron ejecutados por bombarderos estratégicos y submarinos, y tuvieron como objetivo instalaciones en las ciudades de Fordow, Natanz y Esfahán.
El operativo fue llevado a cabo a las 2:30 de la madrugada del sábado 22 de junio (hora local en Irán), y marcó la primera acción militar directa de Estados Unidos en suelo iraní en más de cuatro décadas.
De acuerdo con fuentes oficiales, los ataques utilizaron bombas de penetración GBU-57, lanzadas desde bombarderos B-2 Spirit, y misiles de crucero Tomahawk, disparados desde submarinos desplegados en la región. Las bombas fueron dirigidas a instalaciones subterráneas, en particular la planta de Fordow, ubicada dentro de una montaña.
Autoridades del Pentágono informaron que la operación había sido planificada con semanas de anticipación, y que el despliegue de medios aéreos y navales se realizó en coordinación con agencias de inteligencia. La decisión final fue tomada el mismo día del ataque, tras evaluaciones sobre la supuesta actividad nuclear iraní.
El presidente Donald Trump confirmó la ofensiva durante una declaración desde la Casa Blanca, en la que afirmó que “las instalaciones ya no representan una amenaza”.
El gobierno de Irán reconoció los bombardeos y aseguró que no se registraron fugas radiactivas en las zonas atacadas. A través de un comunicado, las autoridades iraníes informaron que evaluarán los daños y que responderán “en el momento y lugar adecuados”.
La comunidad internacional reaccionó con preocupación ante la escalada del conflicto. El secretario general de la ONU pidió contención a ambas partes y varios gobiernos, incluyendo los de China, Rusia y Turquía, condenaron los ataques.
Hasta el momento, no se ha informado de víctimas mortales ni de daños colaterales.
